Precisión.
Había oído hablar de cómo trabajan los suizos. Había oído hablar de su precisión y su organización. Pero jamás pensé vivirlo en mis propias carnes. Ayer ví como un suizo alemán despotricaba contra otro suizo de la parte francesa (los "vagos" de Suiza. El sur, ya ves tú) por haber hecho un diseño de mierda en una presentación. Estoy en el mismo grupo que ellos, curso de New Product Development para ser más exactos. Efectivamente el diseño dejaba mucho que desear y estuvimos un día entero redefiniéndolo. Aún así, hubo un intercambio de mails con cada uno de los errores y chapuzas, punto por punto, como si un informe se tratara. La búsqueda de la perfección.
Puntualidad.
Otro día teníamos que presentar un proyecto en Marketing Communication y faltaban unas pocas slides por cuadrar. Era el mismo día de la presentación y mis compañeros de grupo–todos suizos de nuevo– no paraban de decirme que esto no era normal, que si en España era así también. Eran suizos de la parte francesa.
Lo tienen muy dentro, el trabajo y el savoir-faire les honra.
Sin embargo hay algo que sigo sin ver en los suizos. La
improvisación. Un término de origen 100% latino. Se puede aún así apreciar la diferencia entre un estudiante de St Gallen–parte alemana– y otro de Lausanne. El de St Gallen te hace un
esquema absolutamente de todo, paso por paso. En los correos se ve muy bien como son cada uno.
A lo que iba, la acción espontánea no es conocida por aquí. Todo está bien sujeto, bien agarrado. No hay momento para soltarse. Es algo de lo que, si de verdad quieren ser tan perfectos, deberían empaparse. Desparpajo y extroversión, amigos helvéticos.
HEC.Este 2º cuatrimestre se está poniendo cuesta arriba:
rapports, presentaciones, casos... y con los exámenes a un escaso mes de distancia. No me equivoco en decir que no hubiera pensado que durante el Erasmus trabajaría más que en Madrid. Pero así es.
Puedes tomártelo como un aviso o como una sugerencia. Pero si vas a cursar el 3er año de Bachelor que sepas que vas a tener que ponerte las pilas.
No obstante, puedo asegurar que en estos últimos meses mi perspectiva de ADE ha cambiado radicalmente. Al menos con todo lo que estoy aprendiendo en esta universidad, HEC de la
UNIL.
A pesar de la ingente carga lectiva–no exagero, de veras–, el contenido es exquisito, muy práctico. No hay tanta teoría ni tanto
vamos a darle vueltas. Aquí van directos a la aplicación real de la administración de empresas.