8.10.10

Como un reloj... suizo


Si piensas en Suiza inevitablemente aparecen navajas suizas multiusos, queso, vacas, montañas, esquí, bancos... ¡y relojes!
La puntualidad suiza es algo fuera de lo normal. Nada más aterrizar en Ginebra ya lo ves en los trenes, salen exactamente a la hora indicada. En el Cercanías de Madrid eso no pasa. Y nada nuevo bajo el sol con el metro.
Ahora bien, ¿los autobuses? Sí señor, cada parada de bus tiene un horario con la hora y el minuto exacto de pasada. Y si pone que llega a las 19:31, llega a las 19:31.
Todo el mundo sabe a qué hora tiene que cogerlo. En muchas de las casas o establecimientos en los que entrado (contando con residencias de estudiantes e incluso oficinas gubernamentales o bancos) hay un horario del bus pegado en algún lado.
¿Cuántas veces hemos llegado a una parada en España y hemos visto que había gente esperando pero que el bus no aparecía? ¿O cuando aparecen dos seguidos? Eso aquí es impensable. Si hay gente en tu parada de bus, es una buena señal.

Va a ser horrible volver a España sin esta ventaja: la de poder realmente planear lo que vas a tardar en llegar a algún sitio. Como un reloj suizo.

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