Toda ciudad tiene su reducto donde poder tomarte algo mientras disfrutas de música en vivo. Lausanne tiene uno muy particular, uno muy acogedor: el Bleu Lézard.
La planta de la calle es un restaurante, La Cave, donde cada martes hay la 'soirée message'. Este curioso evento se desarrolla mientras cenas: escribes y recibes pequeños mensajes en papel de los demás comensales. Así que nadie sabe con quién vas a tomarte el café del postre o cómo va a terminar la noche.
Unas escaleras que nacen directamente de la acera llevan a la música. La planta baja está enteramente dedicada al escenario, la barra de bar y las mesas bajas.
A las 9 de la noche se abren las puertas y a las 10 los oídos. Salvo concierto programado, las noches son de improvisación y jam session. Un trío de músicos sirve de base para ir motivando al personal. Los estilos son muy variados, todo suena. Dependerá por supuesto de quien se suba a tocar, en eso consiste en una jam session.
Mi recomendación es la de llegar entre 21 y 21.15 para tomarte tranquilamente tu cervecita y disfrutar sentado del inicio del tinglado. Ya habrá tiempo para levantarse a darlo todo y para subir a cantar o tocar si se presenta la ocasión y la canción.
El repertorio de cervezas no es extenso que digamos, sin embargo hay para calmar todas las sedes: Heineken a 4 CHF, Desperado a precio Disparatado y la riquísima y belga Duvel por 9,5CHF, lo segundo mejor de la noche.
Cabezas y piernas a ritmo, mesas bajas y la mejor de las compañías.
Más información sobre Bleu Lézard en su web, sigue su programación a través de su Twitter o únete a su página de Facebook.
Situado en la calle Enning 10, metro Bessières.
La planta de la calle es un restaurante, La Cave, donde cada martes hay la 'soirée message'. Este curioso evento se desarrolla mientras cenas: escribes y recibes pequeños mensajes en papel de los demás comensales. Así que nadie sabe con quién vas a tomarte el café del postre o cómo va a terminar la noche.
Unas escaleras que nacen directamente de la acera llevan a la música. La planta baja está enteramente dedicada al escenario, la barra de bar y las mesas bajas.
A las 9 de la noche se abren las puertas y a las 10 los oídos. Salvo concierto programado, las noches son de improvisación y jam session. Un trío de músicos sirve de base para ir motivando al personal. Los estilos son muy variados, todo suena. Dependerá por supuesto de quien se suba a tocar, en eso consiste en una jam session.
Mi recomendación es la de llegar entre 21 y 21.15 para tomarte tranquilamente tu cervecita y disfrutar sentado del inicio del tinglado. Ya habrá tiempo para levantarse a darlo todo y para subir a cantar o tocar si se presenta la ocasión y la canción.
El repertorio de cervezas no es extenso que digamos, sin embargo hay para calmar todas las sedes: Heineken a 4 CHF, Desperado a precio Disparatado y la riquísima y belga Duvel por 9,5CHF, lo segundo mejor de la noche.
Cabezas y piernas a ritmo, mesas bajas y la mejor de las compañías.
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Situado en la calle Enning 10, metro Bessières.
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