Inconfundible y una sin duda parte del recuerdo de cualquier turista en Suiza: el reloj de la estación.
Lo hemos buscado corriendo, jadeando con la mirada fija en el segundero rojo, esperando a que las puertas del tren no cerraran y dejaran en evidencia la puntualidad suiza.
Se trata de un reloj con historia. Fue diseño en 1944 por un empleado de la SBB (Ferrocarriles Federales suizos), Hans Hilfiker. Lo que no iba a saber el bueno de Hilfiker es que su obra iba a ser considerada una de las Diez maravillas del diseño suizo, llegando a ser incluso expuesta en el London Design Museum o el MOMA de Nueva York. Recientemente, Apple sucumbió a sus encantos, llegando a pagar 20 millones de dólares por plagiar el diseño en su nuevo sistema operativo iOS 6. Y la verdad es que lo de jugar a buscar las 7 diferencias, no procedería en este caso:
El de la derecha, el reloj en un iPad. A la izquierda, el original. |
Una curiosidad de este reloj, es que el segundero recorre la esfera de manera continua, deteniéndose apenas 2 segundos al llegar a las 12 y accionando así la manilla de los minutos.
Para los nostálgicos des gares, desde 1986 también se fabrica como reloj de muñeca, en exclusividad para la marca Mondaine. Esta mañana Amazon ha hecho su trabajo y, con la puntualidad suiza que encerraba la caja, ha inspirado esta entrada. A toute à l'heure!