A raíz de los comentarios de los lectores de Erasmus en Suiza en mi entrada "Cómo son los suizos en 34 frases", veo necesario informarme y tratar con la mayor objetividad posible cómo se vive en Suiza siendo extranjero. Si bien mi experiencia en Suiza ha sido magnífica, mi circunstancia ha sido un tanto peculiar. He vivido con suizos de las tres Suizas en un piso en Lausanne (la parte francesa); esto es, con un suizo italiano, una suiza francesa y una suiza alemana. Teniendo en cuenta que mi compañera suiza alemana pertenece a la asociación de Amnistía Internacional, que mi compañera suiza francesa ahora vive en España y mi otro compañero mantiene una relación con una extranjera, no ha sido precisamente racismo lo que he vivido. Si a eso le sumamos mi condición de estudiante Erasmus y el entorno académico en el que me he movido, no debería ser el más indicado para hablar de racismo o similar, pues no he tenido ninguna experiencia como tal.
Si bien los suizos me han abierto sus brazos, ofreciéndome empleo y oportunidades inigualables (tanto en la suiza francesa como en la alemana), algunos de los que comentaban en la mencionada entrada no han corrido la misma suerte. Ante ello, la primera pregunta que querría contestar es: ¿se trata de racismo o xenofobia o es un son hechos aisaldos?
Desde que su aprobación en 1994 y tras votación popular, el artículo 261bis del Código Penal suizo protege a aquellas personas que han sido recriminadas, rechazadas o humilladas en razón de su raza, etnia o religión. (leer artículo completo; disponible en todos los idiomas oficiales de Suiza así como en inglés). Además, y según estadísticas oficiales de la Comission fédérale contre le racisme (CFR), desde que entrara en vigor dicho artículo (1º de enero de 1995) hasta finales de 2006, 355 denuncias y quejas han sido dirigidas a las autoridades competentes, de las cuales alrededor de un 40% han dado lugar a una sentencia de culpabilidad. Más de 1/4 de las víctimas eran judíos. Ahora bien, desde el 2006 muchas cosas han cambiado en Suiza y en el resto del mundo.
Saldo migratorio entre 2006 y 2011 |
La crisis económica ha afectado de lleno a los países de la Unión Europea, principal fuente de inmigración en Suiza. Desde 2007 . Por ello, y ante la amenaza de un exceso de oferta laboral, Suiza se ha visto obligado a dejar de expedir permisos de trabajo para trabajadores procedentes de la Unión Europea (entre los que se encuentra España, mi país, que se ha visto fuertemente afectado así como Portugal, Grecia e Italia). Una decisión controvertida donde las haya.
La población suiza a día de hoy es de casi 8 millones de personas, de las cuales se contabilizaban cerca de 1,7 millones de extranjeros en 2011. Esto es, algo más de uno de cada cinco habitantes de Suiza no es suizo.
Ante una interacción tal entre suizos y extranjeros y sabiendo que más de 1 millón de esos extranjeros provienen de la Unión Europea, ¿es racismo o aporofobia? ¿existen ataques cotidianos y diarios pero que no se contabilizan en las estadísticas? ¿cuál es el grado de integración de los extranjeros en Suiza? ¿existiría una relación entre la falta de integración-idioma, hábitos, comprehensión cultural- y el desprecio de los suizos ante el extranjero?
En mi opinión, y abierta a cualquier comentario o reprobación, la experiencia en un país extranjero es siempre delicada. Depende en gran parte a la mejor o peor adaptación del individuo, de la circunstancia histórica y sobre todo económica, del objeto de la visita (ya que, desgraciadamente, no se trata igual al que va a trabajar a la sede de la ONU que al que está todas las noches poniendo copas o encargándose de la limpieza) y al pequeño y siempre presente factor suerte.